Durante la Jornada Interdiocesana del Clero que se celebró en el monasterio de Poblet el pasado 22 de abril, los más de quinientos sacerdotes y diáconos de toda Cataluña que participamos, pudimos disfrutar de las sugerentes reflexiones del cardenal Christoph Schönborn sobre la misión específica del ministerio sacerdotal en el contexto actual de un necesario nuevo impulso evangelizador en el continente europeo. El actual arzobispo de Viena, reconocido teólogo de ortodoxia incontestable, insistió en el carácter «instrumental» del sacerdocio ministerial: el sacramento del Orden no constituye a los obispos y a los sacerdotes como «castas» diferentes por encima de otros cristianos, sino que les pone al servicio de todos como «uno de los medios por los que Cristo no cesa de construir y de conducir su Iglesia» (C.I.C. n. 1547).
El ministro ordenado, pues, es esencialmente un servidor del proyecto de amor de Dios hacia toda la humanidad, y la Iglesia, a través de todos sus miembros, está llamada a anunciar y a realizar este designio divino a lo largo de los siglos y en todos los pueblos de la tierra, siendo transmisora de la misericordia divina.
El monasterio de Poblet fue escenario de la Jornada Interdiocesana del Clero que se celebró el pasado el 22 d’abril.
Hoy más que nunca, se necesita un anuncio explícito del Dios misericordioso que nos viene al encuentro en la persona de Jesucristo, que sigue haciéndose presente en el mundo a través de sus discípulos. Este anuncio no debe ser hecho de manera abstracta ni genérica, sino en primera persona, dando testimonio de lo que Dios ha obrado en la propia vida y comunicando la plenitud existencial que experimentamos cuando nos comprometemos como cristianos. Sólo así seremos creíbles y atrayentes, también para personas que recelan de ideologías y doctrinas, y no son amantes de la religión institucionalizada, pero que se dejan cuestionar por testimonios coherentes de vida.
El cardenal Christoph Schönborn habló de la misión específica del ministerio sacerdotal en el contexto actual.
El cardenal Schönborn indicó que demasiado a menudo en el ámbito eclesial nos limitamos a hablar de una manera general y neutra sobre las cosas espirituales o bien sobre nuestras actividades apostólicas y pastorales, sin exponernos a compartir nuestras vivencias personales, incluidos nuestros fracasos, y nos animó a hacerlo, tanto hacia fuera en la acción evangelizadora como hacia dentro, entre personas comprometidas eclesialmente. Él mismo nos dio ejemplo de ello durante su estancia en Poblet, con su estilo franco y directo, y creo que fue sobre todo por eso que se ganó nuestra simpatía y nos estimuló positivamente a ser más capaces de compartir sin temores ni excesivas prevenciones.
Cinto Busquet
Puigcerdà, mayo 2013